David (10 años) llega a consulta y nos explica que hoy en la
hora de gimnasia sus compañeros le han hecho una broma y se han echado todos
encima de él mientras reían y él lloraba porque le hacían daño, pero que era
una broma porque le han dicho.
También nos ha explicado que en el examen que ha tenido de
matemáticas su profe le ha dado una hoja cuadriculada para poder hacer las
operaciones siguiendo los “cuadraditos” como trabajamos en las sesiones y que
también en el examen había renglones de la pauta Montessori para poder posar en
práctica todo lo que hemos trabajado con su letra (su grafismo).
Hoy hemos preparado una actividad en la que le pedimos que
dibuje su habitación, con todos los elementos: cama, armario, reloj,
escritorio... Su dibujo es desorganizado, la cama es más pequeña que la mesa,
el reloj está flotando en medio de la habitación y tiene forma de triángulo. Le
digo: ¡Ala! ¿Tienes un reloj con forma de triángulo? ¡Qué guay! Y dice: “No, es
un reloj normal, como todos ¿vale? Pero no me salen nunca bien, jope... ¿Me
enseñas otro "truquillo" para hacerlos bien?
Esta es la realidad de un caso con TANV: dificultades de
interpretación y pragmática social, falta de habilidades de relación
interpersonales, requieren de muchas adaptaciones en la escuela, dificultades
de organización y percepción visual, así como de construcción y grafismo.
Definición
El Trastorno de Aprendizaje No Verbal (TANV) es un trastorno
neurobiológico que afecta tanto a niñ@s como a adultos. Aunque ni el DSM-V ni
la CIE-10 lo recogen aún en su categorización, es un trastorno de aprendizaje
cada vez más diagnosticado y prevalente en la población escolar.
Johnson y Myklebust ya describieron en 1967 un perfil cognitivo en niñ@s que no presentaban dificultades en los aprendizajes típicos del lenguaje, pero sí otro tipo de problemas más difíciles de observar. Y es lo que denominaron trastorno de aprendizaje no verbal (TANV).
Johnson y Myklebust ya describieron en 1967 un perfil cognitivo en niñ@s que no presentaban dificultades en los aprendizajes típicos del lenguaje, pero sí otro tipo de problemas más difíciles de observar. Y es lo que denominaron trastorno de aprendizaje no verbal (TANV).
Causas y etiología
No hay una causa definitiva para este trastorno por la falta
de un mayor número de estudios, pero se relaciona con una disfunción del
hemisferio derecho y, como su nombre indica, el principal componente afectado
sería todo lo relacionado con lo NO VERBAL. Por ello, las personas afectadas
por TANV presentan una diferencia muy marcada entre el Cociente Intelectual
Verbal y el Manipulativo. En cierto modo, se podría decir que estos niños y
niñas presentan una capacidad verbal muchas veces superior a lo que se espera
para su propia edad, como signo de que el hemisferio izquierdo actúa compensando
un poco esas dificultades a nivel derecho.
Principales áreas afectadas
Jarque describió
en 2010 que los alumnos con TANV suelen tener mal rendimiento en tareas de
orientación espacial (recortar, dibujar, colorear, márgenes, estructuración
espacial, problemas de orientación) y en tareas de lápiz y papel (caligrafía,
grafomotricidad, dificultades en la pragmática lingüística) pero destacan por
la riqueza de vocabulario, información que acumulan y memorizan y capacidad de
razonamiento lógico-verbal. De esta forma, suelen destacar en las asignaturas
cuando se les permite otras metodologías que no sea sólo la escrita y visual.
Es decir, si integramos la metodología manipulativa en su aprendizaje, la
mejora será considerable.
Así pues, las
principales dificultades en el TANV son:
1. La coordinación motora: Una de las alteraciones más fácilmente observables
tiene que ver con la adquisición de rutinas motoras. En el TANV el alcance de los “hitos” motores
sería sensiblemente más lento y, además, el aprendizaje de habilidades motoras
les conlleva más tiempo y dificultad.
A nivel escolar
lo observamos en: dificultades en educación física, para recortar,
ponerse/quitarse la chaqueta, recoger, hacer puzles…
2. Percepción visoespacial: percibir, situar y representar o construir una
imagen o una construcción. Es decir, los niñ@s que presentan TANV suelen tener
dificultades para dar forma visual a estímulos incompletos y percibir
correctamente la orientación de elementos, proporciones y distancias.
A nivel escolar:
afectación a nivel de grafismo tanto de letras como de números y orientación en
el espacio-papel que repercute sobre todo de forma clara en las matemáticas.
Les cuesta, por tanto, trabajar con imágenes o formas y suelen poseer una pobre
memoria visual.
3. El lenguaje no verbal: Pragmática y Semántica. Otra dificultad importante
es la interpretación del lenguaje no verbal, muchas veces incluso le dan la
vuelta a lo que el propio mensaje quiere decir, ya que la prosodia y los significados
no literales se les escapan. Pero además, debido a esta dificultad, les afecta
en la relación con otros niñ@s de su edad, por dicha dificultad de interpretar
este tipo de mensajes.
A nivel escolar:
dificultades para comprender palabras, instrucciones, enunciados, textos… La
lectura suele estar conservada, pero existen problemas con la comprensión.
Pueden tener excelente memoria reproductiva para las cosas que escuchan, pero
no para las que leen o en aquellas situaciones en las que han de extraer el significado.
4. Gestión emocional y conductual: por estas dificultades anteriormente comentadas,
suele haber un impacto negativo en las habilidades comunicativas, el
reconocimiento de emociones básicas, las habilidades sociales y el autocontrol.
Además, hemos de tener en cuenta que al ser un trastorno difícil de
diagnosticar, se les puede “etiquetar” de “torpe” o “raro” y esto tiene un
impacto muy negativo en su autoestima. Por otro lado, también el posible
diagnóstico tardío conlleva a pensar que hay una intencionalidad por parte del
niño, es decir, se cree que son niños “vagos” que no hacen todo lo que podrían
porque suspenden asignaturas “supuestamente fáciles”.
A nivel escolar:
problemas con los compañeros (se ve “metido” en conflictos que no acaba de comprender),
hiperactividad e impulsividad, problemas de autoestima, no suele comprender las
críticas, las situaciones nuevas les angustian…
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Diagnóstico y evaluación
Por lo tanto, al ser un trastorno poco conocido y que aún
poseemos pocos datos de cuál es su prevalencia, muchos niñ@s que presentan TANV
no están correctamente diagnosticados.
En este sentido, no todos los profesionales están formados y
capacitados para diagnosticar e intervenir en este trastorno. Es importante
asegurarnos que el psicólogo o psicopedagogo que realice el diagnóstico tenga
conocimientos específicos en TANV y se pueda coordinar correctamente también
con un profesional de la neurología que pueda corroborar las alteraciones
neurofisiológicas a nivel del hemisferio derecho.
Por otro lado, que estas dificultades afecten más a
asignaturas no tan “relevantes” en el ámbito académico tradicional como:
educación física, música o plástica, dificulta el diagnóstico precoz.
Es muy importante realizar un diagnóstico diferencial. Se
suele confundir mucho con un posible TDAH, y aunque puede presentar ambos
trastornos (comorbilidad), sí no lo presenta, la falta de atención se debe a
las dificultades para procesar correctamente aspectos visuales y a su correcto
procesamiento.
Por otro lado, también puede confundirse con un posible
“Síndrome de Asperger”, ya que éste último incluye síntomas como una alteración
de la comunicación, de la interacción social y la presencia de conductas
rutinarias y inflexibles.
Al final, lo importante es realizar un
Diagnóstico Completo que nos permita ofrecer al niñ@ la ayuda específica para
solventar sus dificultades académicas y mejorar el impacto emocional negativo
que el TANV le haya provocado.
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