martes, 21 de julio de 2020

TANV: Trastorno de Aprendizaje No Verbal




David (10 años) llega a consulta y nos explica que hoy en la hora de gimnasia sus compañeros le han hecho una broma y se han echado todos encima de él mientras reían y él lloraba porque le hacían daño, pero que era una broma porque le han dicho.

También nos ha explicado que en el examen que ha tenido de matemáticas su profe le ha dado una hoja cuadriculada para poder hacer las operaciones siguiendo los “cuadraditos” como trabajamos en las sesiones y que también en el examen había renglones de la pauta Montessori para poder posar en práctica todo lo que hemos trabajado con su letra (su grafismo).
Hoy hemos preparado una actividad en la que le pedimos que dibuje su habitación, con todos los elementos: cama, armario, reloj, escritorio... Su dibujo es desorganizado, la cama es más pequeña que la mesa, el reloj está flotando en medio de la habitación y tiene forma de triángulo. Le digo: ¡Ala! ¿Tienes un reloj con forma de triángulo? ¡Qué guay! Y dice: “No, es un reloj normal, como todos ¿vale? Pero no me salen nunca bien, jope... ¿Me enseñas otro "truquillo" para hacerlos bien?
Esta es la realidad de un caso con TANV: dificultades de interpretación y pragmática social, falta de habilidades de relación interpersonales, requieren de muchas adaptaciones en la escuela, dificultades de organización y percepción visual, así como de construcción y grafismo.


Definición
El Trastorno de Aprendizaje No Verbal (TANV) es un trastorno neurobiológico que afecta tanto a niñ@s como a adultos. Aunque ni el DSM-V ni la CIE-10 lo recogen aún en su categorización, es un trastorno de aprendizaje cada vez más diagnosticado y prevalente en la población escolar.
Johnson y Myklebust ya describieron en 1967 un perfil cognitivo en niñ@s que no presentaban dificultades en los aprendizajes típicos del lenguaje, pero sí otro tipo de problemas  más difíciles de observar. Y es lo que denominaron trastorno de aprendizaje no verbal (TANV).

Causas y etiología
No hay una causa definitiva para este trastorno por la falta de un mayor número de estudios, pero se relaciona con una disfunción del hemisferio derecho y, como su nombre indica, el principal componente afectado sería todo lo relacionado con lo NO VERBAL. Por ello, las personas afectadas por TANV presentan una diferencia muy marcada entre el Cociente Intelectual Verbal y el Manipulativo. En cierto modo, se podría decir que estos niños y niñas presentan una capacidad verbal muchas veces superior a lo que se espera para su propia edad, como signo de que el hemisferio izquierdo actúa compensando un poco esas dificultades a nivel derecho.

Principales áreas afectadas
Jarque describió en 2010 que los alumnos con TANV suelen tener mal rendimiento en tareas de orientación espacial (recortar, dibujar, colorear, márgenes, estructuración espacial, problemas de orientación) y en tareas de lápiz y papel (caligrafía, grafomotricidad, dificultades en la pragmática lingüística) pero destacan por la riqueza de vocabulario, información que acumulan y memorizan y capacidad de razonamiento lógico-verbal. De esta forma, suelen destacar en las asignaturas cuando se les permite otras metodologías que no sea sólo la escrita y visual. Es decir, si integramos la metodología manipulativa en su aprendizaje, la mejora será considerable.
Así pues, las principales dificultades en el TANV son:

1. La coordinación motora: Una de las alteraciones más fácilmente observables tiene que ver con la adquisición de rutinas motoras.  En el TANV el alcance de los “hitos” motores sería sensiblemente más lento y, además, el aprendizaje de habilidades motoras les conlleva más tiempo y dificultad.
A nivel escolar lo observamos en: dificultades en educación física, para recortar, ponerse/quitarse la chaqueta, recoger, hacer puzles…

2. Percepción visoespacial: percibir, situar y representar o construir una imagen o una construcción. Es decir, los niñ@s que presentan TANV suelen tener dificultades para dar forma visual a estímulos incompletos y percibir correctamente la orientación de elementos, proporciones y distancias.
A nivel escolar: afectación a nivel de grafismo tanto de letras como de números y orientación en el espacio-papel que repercute sobre todo de forma clara en las matemáticas. Les cuesta, por tanto, trabajar con imágenes o formas y suelen poseer una pobre memoria visual.

3. El lenguaje no verbal: Pragmática y Semántica. Otra dificultad importante es la interpretación del lenguaje no verbal, muchas veces incluso le dan la vuelta a lo que el propio mensaje quiere decir, ya que la prosodia y los significados no literales se les escapan. Pero además, debido a esta dificultad, les afecta en la relación con otros niñ@s de su edad, por dicha dificultad de interpretar este tipo de mensajes.
A nivel escolar: dificultades para comprender palabras, instrucciones, enunciados, textos… La lectura suele estar conservada, pero existen problemas con la comprensión. Pueden tener excelente memoria reproductiva para las cosas que escuchan, pero no para las que leen o en aquellas situaciones en las que han de extraer el significado.

4. Gestión emocional y conductual: por estas dificultades anteriormente comentadas, suele haber un impacto negativo en las habilidades comunicativas, el reconocimiento de emociones básicas, las habilidades sociales y el autocontrol. Además, hemos de tener en cuenta que al ser un trastorno difícil de diagnosticar, se les puede “etiquetar” de “torpe” o “raro” y esto tiene un impacto muy negativo en su autoestima. Por otro lado, también el posible diagnóstico tardío conlleva a pensar que hay una intencionalidad por parte del niño, es decir, se cree que son niños “vagos” que no hacen todo lo que podrían porque suspenden asignaturas “supuestamente fáciles”.
A nivel escolar: problemas con los compañeros (se ve “metido” en conflictos que no acaba de comprender), hiperactividad e impulsividad, problemas de autoestima, no suele comprender las críticas, las situaciones nuevas les angustian… 
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Diagnóstico y evaluación
Por lo tanto, al ser un trastorno poco conocido y que aún poseemos pocos datos de cuál es su prevalencia, muchos niñ@s que presentan TANV no están correctamente diagnosticados.
En este sentido, no todos los profesionales están formados y capacitados para diagnosticar e intervenir en este trastorno. Es importante asegurarnos que el psicólogo o psicopedagogo que realice el diagnóstico tenga conocimientos específicos en TANV y se pueda coordinar correctamente también con un profesional de la neurología que pueda corroborar las alteraciones neurofisiológicas a nivel del hemisferio derecho.
Por otro lado, que estas dificultades afecten más a asignaturas no tan “relevantes” en el ámbito académico tradicional como: educación física, música o plástica, dificulta el diagnóstico precoz.
Es muy importante realizar un diagnóstico diferencial. Se suele confundir mucho con un posible TDAH, y aunque puede presentar ambos trastornos (comorbilidad), sí no lo presenta, la falta de atención se debe a las dificultades para procesar correctamente aspectos visuales y a su correcto procesamiento.
Por otro lado, también puede confundirse con un posible “Síndrome de Asperger”, ya que éste último incluye síntomas como una alteración de la comunicación, de la interacción social y la presencia de conductas rutinarias y inflexibles.
Al final, lo importante es realizar un Diagnóstico Completo que nos permita ofrecer al niñ@ la ayuda específica para solventar sus dificultades académicas y mejorar el impacto emocional negativo que el TANV le haya provocado.





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