lunes, 15 de abril de 2013

¿Es mi hijo hiperactivo? Algunas aclaraciones sobre el Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad.


El trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDA o TDAH), es un trastorno de origen neurobiológico que se inicia en la infancia y se caracteriza por dificultades para mantener la atención, hiperactividad (exceso de movimiento) e impulsividad (dificultades el control de los impulsos).
Es un trastorno muy prevalente que, según estimaciones, afecta a entre un 5 % y un 10 % de la población infanto-juvenil, siendo unas 3 veces más frecuente en varones.
No obstante, es importante diferenciar este trastorno de niños que son algo movidos o despistados. Para hablar de trastorno es necesario que los síntomas se den con mayor frecuencia e intensidad que en niños de su misma edad, y que estos síntomas interfieran en su vida diaria creando malestar tanto en el niño como en el entorno.
Representa entre el 20 % y el 40 % de las consultas en los servicios de psiquiatría infanto-juvenil.
Según los síntomas principales, existen  3 subtipos de TDAH, según los principales síntomas:
• Con predominio del déficit de atención.
• Con predominio de la impulsividad-hiperactividad.
• Combinado: aparece tanto la falta de atención como la hiperactividad.

Los síntomas
Como ya hemos comentado, dependiendo del subtipo de trastorno, cada niño presentará ne mayor intensidad unos síntomas u otros. A continuación presento los principales síntomas asociados al trastorno. No obstante, para diagnosticar el TDAH no basta con que el niño presente alguno de los siguientes síntomas, sino que es un profesional quien deberá diagnosticarlo según la clínica de cada paciente.

Las dificultades de atención y concentración
• Dificultad para establecer un orden en sus tareas o pequeñas responsabilidades en casa.
• Le cuesta "ponerse en marcha" (para vestirse, hacer los deberes ...), ya que se distrae fácilmente con otras cosas poco importantes.
• Presenta problemas para mantener la atención durante un rato y tiende a dejar una actividad por otra al poco rato de haber empezado.
• Pierde u olvida cosas importantes (agenda, chaqueta, juguetes, ...).
• Parece no escuchar cuando se le habla, tiene dificultades para seguir la conversación, así como para seguir las normas de un juego o actividad.
• A menudo olvida sus obligaciones cotidianas (lavar los dientes, recoger la ropa, ...).
• Comete errores por descuido en las tareas escolares u otras actividades.
• Dificultades para prestar atención a dos cosas a la vez (por ejemplo escuchar al profesor y apuntar en la agenda al mismo tiempo, ...)
• A menudo evita tareas que requieren un esfuerzo mental durante un largo rato.
Cuando el síntoma predominante es el déficit de atención, es más difícil detectarlo, ya que no se presentan en tan alto grado problemas de comportamiento. Con frecuencia estos niños son tildados de despistados, pasivos y desorganizados, no molestan en el aula pero tampoco aprenden, su rendimiento no resulta satisfactorio y a veces hay dudas sobre su inteligencia, aunque suele ser normal.

La impulsividad
La impulsividad implica una falta de autocontrol, es decir, tienen dificultades tanto para controlar su conducta como para controlar sus emociones (cuando se enfadan no controlan la rabia por ejemplo), como para controlar sus pensamientos (organizarlos , callar algunos ...).
Principalmente implica las siguientes dificultades:
• A menudo tiene dificultades para pensar antes de actuar.
• Se precipita en el habla diciendo cosas en momentos poco oportunos o respondiendo a preguntas antes de tiempo.
• Falta de planificación (por ej, se ponen a hacer los deberes sin tener el material).
• Interrumpe o se meten a menudo en las conversaciones, juegos o actividades de los demás.
• Impaciencia, con dificultades para aplazar la gratificación inmediata.
Respecto a su rendimiento escolar, debido a la impulsividad, empiezan las tareas sin terminar de leer las instrucciones correctamente, deben controlar los impulsos para no abandonar una tarea aburrida y para persistir en actividades la recompensa haya a largo plazo. A menudo, cuando realizan tareas aburridas, emplean el menor tiempo posible y parece que hacen un esfuerzo mínimo.

La hiperactividad
La hiperactividad va mucho más allá de ser un "niño movido", este síntoma implica ciertas características que hay que conocer:
• Movimiento frecuente de pies y manos.
• Se mueve con frecuencia en su asiento, a menudo se levanta en situaciones donde debería permanecer sentado.
• Le cuesta entretenerse o dedicarse a actividades tranquilas.
• Habla excesivamente (no pueden callar en clase, hacen ruidos con la boca, cantan ..).

Causas
Hay diferentes teorías que tratan de explicar el origen del trastorno, sin embargo, existe un consenso mayoritario en aceptar que es un trastorno de origen neurobiológico y muy probablemente de transmisión genética.
Así mismo, la mayoría de estudios afirman que los factores socio-ambientales no son la causa y que éstos sólo pueden influir en un peor pronóstico, en la mayor gravedad de los síntomas y en la aparición de otros síntomas o trastornos asociados (ansiedad, dificultades de aprendizaje, problemas de conducta, etc.).

Diagnóstico
Para el diagnóstico es imprescindible una completa exploración clínica obtenida de los padres y maestros, así como la observación del chico. Es imprescindible realizar un  un análisis de los síntomas, su duración, lugar donde aparecen y grado de malestar que representan para la vida académica y social del chico. El diagnóstico del TDAH se ha de basar en criterios clínicos y nunca en la puntuación obtenida en un único cuestionario. El diagnóstico debe realizarse por personal sanitario especializado: psicólogo clínico o psiquiatra infantojuvenil.

Tratamiento
El tratamiento que ha demostrado mayor eficacia es el Tratamiento Multidisciplinar o Multimodal del TDAH, que consiste en la intervención de uno o varios profesionales clínicos (maestros, logopedas, reeducadores, psicólogos) para tratar de forma global esta problemática. El tratamiento multidisciplinar consiste en la intervención a tres niveles:

1. Tratamiento psicológico dirigido a padres, profesores y niños. Esta vertiente del tratamiento debe llevarse a cabo únicamente por psicólogos y contempla diferentes intervenciones:
  • ·  Psicoeducación: información sobre el trastorno tanto al niño, los padres como los    profesores.
  • ·  Estrategias de modificación de conducta cuando el niño presenta dificultades de comportamiento.
  • ·    Estrategias para fomentar el autocontrol y mejorar la autoestima del niño.
  • ·   Herramientas y recursos para mejorar el proceso atencional, la adquisición de hábitos, mejorar las relaciones sociales, etc.
  • ·    Trabajo con los padres y profesores para dotarlos de recursos para poder ayudar al niño en el proceso de tratamiento.

2. Tratamiento farmacológico (únicamente cuando es necesario). El objetivo de la medicación es la mejora de los síntomas relacionados con el déficit de atención. Los fármacos de primera elección son psicoestimulantes que facilitan que el niño pueda mantener una atención constante y centrada mientras dura el efecto del fármaco. El criterio para valorar si es necesaria o no la medicación es la interferencia del trastorno (es decir, cuando el trastorno causa mucha problemática en el niño a nivel escolar, social, emocional ...) y es un psiquiatra infantil o neuropediatra quien de pautar el tratamiento.

3. Tratamiento psicopedagógico. Esta parte del tratamiento está dirigida a mejorar las habilidades académicas del niño, ya que la sintomatología del trastorno (la baja atención, impulsividad o hiperactividad) perjudican los procesos de aprendizaje. La vía de elección es la Reeducación psicopedagógica que aborda de una manera muy específica estas dificultades de aprendizaje: mejorando las dificultades de atención, aumentando la motivación por el estudio, mejorando la comprensión, el cálculo, etc. con herramientas muy concretas que necesitan estos niños en su proceso académico. Los profesionales que llevarán a cabo esta parte del tratamiento suelen ser psicopedagogos, psicólogos o logopedas, dependiendo del tipo de dificultades que presenta cada niño.

Mª Carmen Gutiérrez Conde
Psicóloga col. nº 13432
Creixement Global
Tel. 938646042 / 647413240

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