martes, 30 de junio de 2020

TDAH: Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad

Definición

El TDAH es un trastorno neurobiológico que se caracteriza por la presencia de tres sintomatologías nucleares: falta de atención, impulsividad e hiperactividad.

Atendiendo a su carácter específico.

No estaría afectada la capacidad intelectual. 

No es un trastorno del comportamiento (niños movidos o traviesos).

No se debe a la educación recibida.



Síntomas principales del TDAH

Según el DSM-V (American Psychiatric Association, 2014) se deben cumplir los siguientes criterios diagnósticos:

A. Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o desarrollo que se caracteriza por (1) y/o (2):

(1) Inatención

6 o más de los siguientes síntomas durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las ACTIVIDADES sociales y académicas/laborales:

Con frecuencia:  

  • Fallo en PRESTAR atención a los detalles o por descuido cometer errores en las tareas escolares, trabajo u otras actividades (p. ej. se pasan por alto o se pierden detalles, el trabajo no se lleva a cabo con precisión).
  • Dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas (p. ej. dificultad para mantener la atención en clases, conversaciones o lectura prolongada).
  • Parece no escuchar cuando se le habla directamente (p. ej. parece tener la mente en otras cosas).
  • No sigue las INSTRUCCIONES y no termina las tareas escolares, (p. ej. inicia tareas pero se distrae rápidamente y se evade con facilidad).
  • Dificultad para organizar tareas y actividades (p. ej. dificultad para gestionar tareas secuenciales; dificultad para poner los materiales en orden; descuido y desorganización; mala gestión del tiempo; no cumple los plazos).
  • Evita o le disgusta INICIAR tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (p. ej. tareas escolares o quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y adultos, preparación de informes, completar formularios, revisar artículos largos).
  • Pierde cosas necesarias para tareas o actividades (p. ej. materiales escolares, llaves, papeles de trabajo, gafas, móvil).
  • Se distrae con facilidad por estímulos externos.
  • Olvida actividades cotidianas (p. ej. hacer las tareas; en adolescentes y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas).

 (2) Hiperactividad

6 o más de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:

Con frecuencia:

  • Juguetea o golpea con las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
  • Se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado (p. ej. se levanta en clase, en la oficina, en reuniones).
  • Corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado.
  • Es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en ACTIVIDADES recreativas
  • Actúa como “si lo impulsara un motor” (p. ej. es incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto DURANTE un tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones).
  • Con frecuencia habla excesivamente.

 Impulsividad

Con frecuencia:

  • Responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta (p. ej. termina las frases de otros; no respeta el turno de conversación)
  • Le es difícil esperar su turno.
  • Interrumpe o se inmiscuye con otros (p. ej. se mete en conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o recibir permiso). 

·    B. Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes antes de los 12 años.

C. Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en dos o más contextos (por ejemplo, en casa, en el COLEGIO o el trabajo; con los amigos o familiares; en otras actividades).

D. Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el funcionamiento social, académico o laboral.

E. Los síntomas no se explican mejor por otro trastorno mental.


Subtipos

Se diferencian tres tipos de presentaciones del TDAH, dependiendo de los principales síntomas:

  •        Presentación combinada
  •        Presentación predominantemente con falta de atención
  •        Presentación predominantemente hiperactiva/impulsiva


Prevalencia y etiología

  • Junto a la dislexia, es el trastorno más frecuente entre la población escolar y con un elevado porcentaje de fracaso escolar.
  • Los últimos estudios apuntan a una prevalencia entre 10-20% de la población.
  • Afecta por igual a ambos sexos, aunque parece que en niños el predominio es mayor en Hiperactividad y en niñas en Inatención (Fuente AEPED).
  • Existe un componente hereditario.
  • No existe duda de que el TDAH es un trastorno del neurodesarrollo, de origen neurobiológico que afecta a ciertas estructuras cerebrales.

 

Repercusiones y consecuencias

Muy a menudo, su esfuerzo no se corresponde con los resultados académicos esperados y esto acaba repercutiendo en muchos aspectos académicos, emocionales y sociales.

Algunas de las repercusiones más frecuentes son:

  • Problemas de afectividad
  • Dificultades para el lenguaje y aprendizaje: fracaso escolar.
  • Trastornos de la coordinación motriz (más fuerza que habilidad).
  • Ansiedad (mordedura de uñas, tics).
  • Locus de control externo: dificultad para asumir responsabilidad, culpar a otros, dificultar para saber perder…
  • Actitud desafiante, comportamiento impulsivo-agresivo.
  • Dificultades en las relaciones sociales.
  • Como el esfuerzo que realiza el niño no se corresponde con los resultados, pueden entrar en una espiral de desmotivación y rechazo al colegio. En casos más graves, podremos llegar a observar Trastornos de conducta asociados. 

 

Cuándo consultar con un profesional y realizar un diagnóstico

Esta sintomatología que, en apariencia es fácilmente detectable, puesto que es persistente en el tiempo y puede observarse en edades muy tempranas, no suele tener un abordaje precoz.

La intervención debe ser lo más precoz posible, ya que está demostrado que la neuroplasticidad cerebral en la etapa más precoz es mucho mayor y el niño estará más receptivo a las nuevas estrategias compensatorias para ayudarlo.

Pero es muy importante tener claro, que no podemos diagnosticar TDAH en niños menores de 6 años.

Aún y así, existen unos signos de alerta en edad pre-escolar para una intervención temprana que pueden ayudar a optimizar la adquisición de estrategias compensatorias a sus dificultades:

  • Tener antecedentes familiares de TDAH (padres o hermanos).
  • Una actividad motora frenética.
  • Conductas disruptivas en reuniones sociales o en el aula.
  • Carecen a veces de  sensación de peligro y se exponen a riesgos.
  • Incumplimiento continuo de las normas básicas del aula.
  • Rabietas continuas y accidentes en el hogar o en el colegio.

(Fuente Vaquerizo-Madrid J. La hiperactividad en el niño preescolar)

El diagnóstico siempre lo deben realizar Psicólogos o Psicopedagogos especializados en DEA (Dificultades específicas de Aprendizaje). Éste deber ser integral para conocer el perfil cognitivo del niño, detectar puntos fuertes y débiles y descartar otros trastornos.


El abordaje multidisciplinar

El tratamiento multidisciplinar del TDAH consiste en la intervención de uno o varios profesionales clínicos (psicólogos, logopedas, psicopedagogos) para tratar de forma global esta problemática. Consiste en la intervención en cuatro niveles diferentes:

1.Intervención familiar

La intervención activa de los padres en cualquier tratamiento psicológico es clave para su éxito. En el caso del TDAH, los padres van a necesitar orientación, asesoramiento, formación sobre el trastorno para ayudar a su hijo de la forma más adecuada. Mediante sesiones de seguimiento, les ofreceremos estas pautas específicas que necesitan.

2. Intervención escolar

Un chico con TDAH es muy probable que necesite de una serie de adaptaciones. Por tanto, es fundamental la coordinación entre el psicólogo y el centro escolar para trabajar en la misma dirección y asesorar sobre las adaptaciones escolares que cada alumno en particular necesita.

3. Intervención psicopedagógica

 La reeducación psicopedagógica en un chico con TDAH tiene como objetivos principales:

  •   Mejorar las funciones ejecutivas: atención sostenida, selectiva, velocidad de procesamiento, memoria de trabajo…
  •      Problemas específicos: Lectura, Escritura, Cálculo, Comprensión lectora...
  •      Control de la impulsividad, Reflexividad y autocontrol.
  •      Hábitos de organización y uso de la agenda.
  •      Técnicas de estudio específicas.
  •       Aumentar las automotivación.

4. Intervención clínica

Debido al déficit que tienen de atención y sus problemas de impulsividad, y también a causa del autoconcepto negativo que tienen de sí mismos, es frecuente que estos chicos puedan necesitar una intervención psicológica por parte de un psicólogo clínico. Esta intervención tiene como objetivos principales:

  •      Mejorar su autoconcepto y su autoestima
  •      Mejorar sus habilidades sociales
  •      Aumentar su autonomía y su autocontrol
  •    Tratar aquellos síntomas psicológicos asociados: ansiedad, depresión, problemas de conducta…

* Algunas formas de TDAH más severas, pueden requerir medicación. En estos casos siempre será un neuropediatra o psiquiatra infantil quien es el único capacitado para pautar el tratamiento más adecuado en cada caso.

 



lunes, 22 de junio de 2020

La dislexia, el trastorno de aprendizaje más frecuente

La dislexia. 

Definición

La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje 

caracterizado por una dificultad en la descodificación o 

lectura de palabras, de carácter persistente y cuyo origen 

parece derivar de una alteración de neurobiológica.

Atendiendo a su carácter específico, no estaría afectado su nivel intelectual ni tiene que existir un déficit sensorial asociado. En este sentido, la dislexia no tiene por qué afectar a la comprensión lectora en sí misma.

 

Síntomas principales de la dislexia

Según el DSM-V ( American Psychiatric Association, 2014) se deben cumplir los siguientes criterios diagnósticos:

A)    Presentar al menos uno de los siguientes síntomas, que han persistido por lo menos durante 6 meses, a pesar de existir intervenciones dirigidas a tratar esas dificultades.

1- Lectura de palabras imprecisa o lenta y con esfuerzo (lectura vacilante, errores de precisión, intenta adivinar las palabras…).
2- Dificultades para compre
nder el significado de lo que lee.

3- Dificultades ortográficas en referencia a la falta de precisión (omitir, añadir o sustituir letras).
4- Dificultades en la expresión escrita (errores gramaticales o de puntuación, mala organización de ideas…).

B) Las aptitudes académicas afectadas, cuantificadas con pruebas estandarizadas individualizadas, están significativamente por debajo de lo esperado por edad cronológica e interfieren negativamente en el rendimiento académico.  

C) Las dificultades de aprendizaje comienzan en la edad escolar, aunque pueden no manifestarse totalmente hasta que el aumento de las exigencias académicas supera la capacidad de compensación cognitiva del estudiante (lo cual sucedería en los últimos cursos de educación primaria o en secundaria).

D) Las dificultades de aprendizaje no se explican mejor por otras causas: deficiencias intelectuales, déficits visuales o auditivos, otros trastornos mentales o neurológicos, adversidad psicosocial, falta de dominio del lenguaje o falta de instrucción académica adecuada.

 

Prevalencia y etiología

  • Es el Trastorno de Aprendizaje más frecuente entre la población escolar y con un elevado porcentaje de fracaso escolar.
  • La prevalencia está entre un 5-17% de la población.
  • Afecta por igual a ambos sexos, aunque se diagnostica más en niños.
  • Hay un alto componente hereditario.

  

Repercusiones y consecuencias

Muy a menudo, su esfuerzo no se corresponde con los resultados académicos esperados y esto acaba repercutiendo en muchos aspectos académicos, emocionales y sociales.

Algunas de las repercusiones más frecuentes son:

  • Rechazo a la lectura y, en consecuencia, a las tareas escolares.
  • El mostrar una baja habilidad lectora delante de sus compañeros, puede provocar problemas de autoestima en el niño.
  • Como el esfuerzo que realiza el niño no se corresponde con los resultados, pueden entrar en una espiral de desmotivación y rechazo al colegio. En casos más graves, podremos llegar a observar Trastornos de conducta asociados.  
  • Aunque en principio la comprensión lectora no tiene por qué verse afectada, si los textos son largos, el esfuerzo mantenido y el cansancio pueden afectarla.
  • Si no se diagnostica a tiempo y se le presta la ayuda específica, la falta de comprensión hará que se reduzca drásticamente la experiencia lectora, lo que puede dificultar la adquisición de nuevos aprendizajes.

 

Cuándo consultar con un profesional y realizar un diagnóstico

Esta sintomatología que, en apariencia es fácilmente detectable, puesto que acompaña la persona a lo largo de toda su vida, realmente no suele tener un abordaje precoz.

A pesar de que algunos profesionales aconsejen esperar a que el niño “madure”, la intervención debe ser lo más precoz posible. El período que comprende el inicio de la adquisición de la lectura es el más efectivo (5 a los 8 años). Está claramente demostrado que la neuroplasticidad cerebral en esta etapa es mucho mayor y el niño estará más receptivo a las nuevas estrategias compensatorias para ayudarlo.

Algunos signos de alerta alrededor de los 5-6 años pueden ser:

  • Tener antecedentes familiares de dislexia (padres o hermanos).
  • Dificultades en aprenderse los días de la semana o los colores.
  • Dificultades en conciencia fonológica (capacidad de reconocer y usar los sonidos de las letras).

Realmente, una confirmación y diagnóstico definitivo de dislexia no se realiza hasta que el infante cursa 3º de primaria, momento en el que el desarrollo neurobiológico junto con las bases del proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectura son óptimos para los niños tengan ya una correcta habilidad lectora.  A

ún y así, como comentábamos, existen unos signos de alerta claves para una intervención temprana que pueden ayudar a optimizar la adquisición de estrategias compensatorias a sus dificultades.

El diagnóstico lo deben realizar Psicólogos y Logopedas especializados en DEA (Dificultades específicas de Aprendizaje). Éste deber ser integral para conocer el perfil cognitivo del niño, detectar puntos fuertes y débiles y descartar otros trastornos.

Cuando la familia recibe un diagnóstico de dislexia, puede ser duro al principio y necesitarán un tiempo para procesarlo. Pero es importante tener claro desde el principio, que la dislexia no se cura, es un trastorno persistente a lo largo de toda la vida. A pesar de ello, con un diagnóstico precoz y una reeducación especifica de la lecto-escritura, se conseguirán grandes avances y podremos prevenir un posible fracaso escolar.

Pero es importante destacar que cuando se confirma la existencia del trastorno, su diagnóstico constituye en sí mismo una herramienta esencial para  trabajar las dificultades específicas que presenta cada niño.

Hay que destacar la importancia de la intervención temprana de los aspectos en los cuales los niños van mostrando dificultades, pues diferentes programas de entrenamiento fonológico benefician muy notablemente. Existen estudios que corroboran que en la intervención específica de la dislexia hay mejores resultados si se empieza antes de los 8 años.


El abordaje multidisciplinar

Nos gustaría destacar la importancia de la aplicación del abordaje mencionado de forma conjunta desde todos los contextos educativos del niño:

  • La intervención específica elaborada por los profesionales de la logopedia y la psicopedagogía;
  • La escuela aportando las adaptaciones adecuadas;
  • La familia aportando el respaldo necesario y refuerzo positivo ante los esfuerzos del niño;
  • El niño, que con la intervención específica, mejorará su autoestima, motivación y en consecuencia, sentido de responsabilidad.

    

Qué aspectos trata el profesional en la reeducación específica de la dislexia

  • La lectura y la escritura son dos procesos que van de la mano y que no podemos plantearnos trabajarlos de forma aislada; el trabajo ha de ser paralelo.
  • Hemos de tener en cuenta siempre el nivel de procesamiento (grafias, sílabas, palabras, frases y textos) y la dificultad a nivel estructual (grafias naturales/ortografícas; sílabas directas, inversas,...; palabras bisílabas, trisílabas,...; frases simples/complejas,...) para poder establecer los objetivos de intervención adecuados para cada caso.
  • Es importante ir generalizando los aprendizajes logrados a nivel de escritura en la lectura y viceversa.
  • Para ello, debemos partir de material lúdico y motivador para los niños y niñas que tienen dificultades ya que no podemos dejar de lado el factor psicológico tan importante en estos casos; hace falta realizar una buena psicoeducación para poder trabajar desde el conocimiento de sus dificultades pero también desde el reconocimiento de sus habilidades, su esfuerzo y sus ganas por mejorar y afrontar el día a día.

Específicamente en los casos de dislexia, debemos centrarnos más específicamente en:

  1. La adquisición de la lectura, reforzando la relación entre el lenguaje escrito y el lenguaje oral (explicar y escuchar cuentos para trabajar el vocabulario, reconocer letras y palabras relacionándolas con imágenes, …).
  2. La conciencia fonológica, a partir de introducir las letras y sus sonidos, aprender la correspondencia entre el sonido y la letra, jugar con los sonidos, hacer/detectar rimas entre palabras,…
  3. La fluidez lectora, reduciendo las vacilaciones, pausas y alargamientos sonoros, con el fin de conseguir posteriormente un ritmo lector adecuado y usar a su vez una entonación correcta.
  4. A su vez, ir generalizando de los aprendizajes logrados en el resto de niveles y ámbitos y trabajar más a fondo:

1)                  a.     la comprensión lectora.

b.     la expresión escrita.

c.      la ortografía.

 

¿Qué hacer como familia?

  • Informarse siempre de fuentes fiables.
  • Buscar ayuda profesional.
  • Darle apoyo emocional.
  • Potenciar al máximo la lectura, sin forzar.
  • Motivarlo a través del refuerzo positivo y valorando el esfuerzo, más que el resultado.
  • Coordinarse con el colegio.
  • Relativizarlo y hablar de ello con normalidad.

 

Algunos documentales que podéis ver:

·    “Journey Into Dyslexia” (Viaje hacia la dislexia)

En el documental, se entrevistan a adultos famosos que tienen dificultades con la lectura y cómo han aprendido a salir adelante con sus dificultades.

·    “Estrellas en la tierra” (Like Stars on Earth)

En esta película india, Ishaan, de ocho años, no puede dejar de soñar en clase y sus maestros y padres acaban tratándolo de perezoso y de que siempre se meta en líos. Lo mandan a un internado, donde el maestro de arte es quien se da cuenta la gran imaginación de Ishaan. Así es como Ishaan se entera que tiene dislexia y, con tutores y adaptaciones en clase, empieza a mejorar.

·    Inside dislexia

Dos directores que tienen dislexia crearon este documental en 2005. Es una de las miradas más íntimas en la vida de los jóvenes que tienen dificultades con la lectura. La película trata de tres jóvenes estudiantes. Nos enteramos cómo sus padres descubrieron sus dificultades con la lectura y la escritura. Los chicos hablan con honestidad sobre lo que es vivir con esas dificultades mientras sueñan con sus futuros. *Esta película también trata sobre otras dificultades de aprendizaje y de atención. La disgrafía y la discalculia están entre ellas.


“Embracing Dislexia” (Aceptar la dislexia)

En este íntimo documental, el director Luis Macías comenta, “no puedo retractarme de… las muchas veces que lo acusé [a mi hijo] de ser perezoso y no esforzarse lo suficiente. Esta película es mi manera de tratar de evitar que otros niños y sus familias pasen por lo que nosotros pasamos”. En este documental, personas con dislexia, expertos y padres explican cómo se sienten.  Ellos aconsejan el diagnóstico temprano y hacen hincapié en que el apoyo escolar y familia es vital.

·     Entrevista a Steven Spielberg:  www.youtube.com/watch?v=_lbJRqhrV7c

Steven Spielberg nos cuenta en esta entrevista íntima como desde desde que era niño sabía que era diferente al resto, pero «no sabía cómo llamarlo». Tardó dos años más que el resto de sus compañeros en aprender a leer, pero sus padres hicieron todo lo posible para ayudarle en sus estudios.

El director aprendió a lidiar con sus circunstancias de forma creativa: «Nunca me sentí como una víctima. Las películas realmente me ayudaron… Me libraron de la vergüenza, de la culpa», asegura, «hacer películas fue mi gran vía de escape».

 


jueves, 18 de junio de 2020

La ansiedad. El miedo en el cuerpo


Qué es la ansiedad

La ansiedad es una reacción humana natural, ya que tiene una función de supervivencia: es una señal de alarma cuando percibimos un peligro o amenaza.

Ante situaciones desconocidas o que nos suponen un reto es normal sentir cierta ansiedad. De hecho, ese “poco de ansiedad” nos permite estar más concentrados, puede ayudarnos a hacerlo lo mejor posible en situaciones que requieren dar lo mejor de nosotros.

 


Cuándo se convierte en un problema

La ansiedad se convierte en malestar cuando respondemos de forma intensa ante estímulos que no suponen un peligro real o cuando estamos enfrentados a un cúmulo de situaciones estresantes a lo largo del día (trabajo excesivo, no tener tiempo, preocupaciones económicas, laborales o familiares….).

Cuando la ansiedad que es demasiado fuerte puede hacer que nos sintamos confusos, cohibidos e incluso paralizados o incapaces de saber qué hacer. El temor agudiza los sentidos, pero la ansiedad los paraliza.

Los trastornos de ansiedad se encuentran entre los problemas de salud más comunes en nuestra sociedad. De hecho, es de las consultas más frecuentes que se realizan en atención primaria.

Aunque los trastornos de ansiedad sean muy comunes, las personas que los sufren pueden llegar a sentirse incomprendidas o muy solas.

 

Algunos síntomas fisiológicos de la ansiedad.


  • Taquicardias o palpitaciones
  • Sentir una fuerte presión en el pecho.
  • Falta de aire.
  • Fatiga y cansancio.
  • Molestias digestivas.
  • Sensación de nudo en el estómago.
  • Sensación de mareo e incluso inestabilidad.
  • Sudoración.
  • Tensión y rigidez muscular
  • Dolor de cabeza o de cuello.

 

Algunos síntomas psicológicos de la ansiedad

  • Temor constante por el futuro respecto a la familia, al dinero, al trabajo, o a la enfermedad.
  • Pensamientos catastrofistas,
  • Sensación de agobio y de inquietud, de amenaza o peligro constante.
  • Miedo a perder el control e incluso temor a volverse loco.
  • Incertidumbre.
  • Dificultad para tomar decisiones.
  • Dificultad para concentrarse o dejar la mente en blanco.
  • Pensamiento acelerado
  • Pensamientos obsesivos: aunque nos esforcemos en pensar en otra cosa, vuelven a aparecer.

 

¿Qué podemos hacer si sufrimos ansiedad?

  • Hablar con alguien de confianza, compartir estos sentimientos. Como dice Boris Cyrulnik  El no-compartir emociones instala en el alma del herido una zona silenciosa que habla sin cesar, como un altavoz que murmura en el fondo de sí un relato inconfesable”.
  • Hacer ejercicio de manera regular. Está demostrado que el ejercicio genera endorfinas, sustancias químicas que nos ayudan a regular el estado de médico.
  • Acudir a una revisión médica para descartar que no hay ningún problema físico que pueda estar causando los síntomas.
  • Un buena higiene de sueño  y una alimentación saludable.
  • Pasear al aire libre, leer, dedicar un tiempo para ti.
  • Buscar ayuda psicoterapéutica.

 

Cómo nos puede ayudar la psicoterapia

La ansiedad aparece en nuestra vida por diversos factores. Pero al final, nos da una lección: El cuerpo saca fuera, lo que no puede tener dentro.

Los síntomas ansiosos, de hecho, son intentos de tapar lo que nos falta. La ansiedad, si nos enfrentamos a ella, si la miramos de frente, si somos valientes… nos está mostrando que hay algo en nuestra vida que nos tendremos que replantear o incluso cambiar. Reflexionar sobre nuestra propia vida será necesario para detectar qué nos está pasando y de qué nos está avisando.

A mí me gusta poner el ejemplo de un iceberg: si únicamente tratamos los síntomas es como si estuviéramos tratando la punta del iceberg, pero la causa (y por tanto el verdadero problema) todavía continúa en el fondo.
Hay ocasiones en que la persona entra en un ciclo de ansiedad muy intenso y la medicación es necesaria para poder cortar este ciclo y recuperar su equilibrio. Pero al margen de esto, es importantísimo que la persona trate el verdadero problema de fondo que está causando esta angustia. Si no es así, en muchos casos la medicación actúa solo como un “parche” y cuando el paciente la deja vuelven a aparecer los síntomas.

Como decía, existen diferentes trastornos de ansiedad e incluso muchos de ellos derivan en crisis de angustia o ataques de pánico. Pero no es necesario llegar a estos extremos para consultar con un psicólogo. La ansiedad es una de las peores sensaciones con las que convive una persona y pedir ayuda no es de débiles, es una señal de sensatez, valentía y autocuidado.

 

 

 


miércoles, 17 de junio de 2020

TALLERES PSICOEDUCATIVOS VERANO 2020

Presentación


Estamos muy ilusionadas de presentaros nuestros talleres psicoeducativos de verano.
Este ha sido un curso escolar diferente y, por eso, hemos adaptado nuestras propuestas a lo que creemos que se ajusta más a las necesidades de los alumnos. El último trimestre escolar no todos los alumnos lo han podido seguir de la misma forma. Quizás han aparecido dificultades nuevas, otras se han intensificado, o es necesario trabajar aspectos concretos que han sufrido un “parón”.
Por supuesto, nuestro servicio de Reeducación del aprendizaje continúa en marcha y podemos trabajar esta “puesta a punto” que necesitan algunos alumnos antes de iniciar el nuevo curso.
En todos nuestros talleres, partimos de un material lúdico y motivador, puesto que no podemos dejar de lado el factor psicológico tan importante en estos casos. Hay que realizar una buena PSICOEDUCACIÓN para poder trabajar desde el conocimiento de sus dificultades, pero también desde el reconocimiento de sus habilidades, su esfuerzo y sus ganas para mejorar.

Quién los impartirá

Los impartirá Anaïs Rodríguez, psicóloga col. n.º 24.228. Máster en Psicopedagogía Clínica. Especializada en dificultades y Trastornos del aprendizaje y lenguaje. Podéis conocer más sobre ella en nuestra web.

Modalidades

  • Individual
  • En pareja: siempre y cuando se adapten el perfil y los objetivos de los dos alumnos.
  • Online: con la plataforma Zoom, elaboramos un material adaptado a los objetivos concretos motivador y lúdico. Compartimos pantalla y ratón y podemos trabajar los materiales cuidadosamente y de forma alentadora.

Fechas

Del 29 de junio al 31 de julio, pero podemos ser flexibles si voléis más o menos semanas.


Taller de Lecto Escritura 6-8 años

En esta etapa inicial el que hace falta es consolidar las bases de la lectura y la escritura. La lectura y la escritura no son aprendizajes puramente mecánicos, No se aprenden de forma aislada, sino mediante un proceso integrado y  dinámico, que requieren de muchas habilidades distintas.

Además de la importancia de crear una buenas base en la lecto escritura, ya que es un aprendizaje fundamente, tiene una gran importancia a nivel emocional. Un niño que se sienta capaz y competente de leer y comprender lo que lee, se sentirá más seguro de sí mismo y con mayor autoestima. 

Los objetivos principales de intervención en esta fase son:

  • Conciencia fonológica de las letras. Aprendizaje del sonido de las consonantes y asociación del sonido con la letra correspondiente.
  • Motricidad fina. Trazado de líneas y formas básicas para el trazado de las letras.
  • Discrimación. Percibir y discriminar las diferentes letras, saber diferenciarlas entre ellas y empezar a trabajar con ellas en el contexto de la lectura básica.

En definitiva, prevenir, enriquecer y reforzar, los conceptos básicos del proceso de lecto escritura.

A medida que vayan disminuyendo los errores fonológicos y visuales, iremos generalizando al resto de niveles, como la comprensión lectora.

Lecto escritura 9-12 años

En esta etapa, donde la lectura generalmente ya se ha consolidado, lo más importante es 
fomentar la lectura y la escritura comprensivas. 

Los objetivos principales de intervención en esta fase son:
  • Comprensión lectora. Habilidad para entender el que se lee, tanto en cuanto al significado de las palabras, como en cuanto a la comprensión de la globalidad de todo el texto.
  • Estructuras sintácticas y orden de los elementos de un mensaje. Conocer las letras y sus sonidos y saber cómo se combinan para formar diferentes mensajes con sentido.
  • Expresión escrita. Habilidad para crear textos con coherencia y cohesión y la capacidad de comprender lo que se ha escrito.
  • Velocidad lectora. Mejora de la velocidad, comprendiendo y encontrando la información relevante del texto.

Atención y concentración
Primaria o Secundaria

En este taller ayudaremos a los alumnos a desarrollar las habilidades 
atencionales que les permitan mejorar su proceso de aprendizaje. 

La atención es una de las dificultades más notables en la los niños. Así pues, es necesario y muy importante trabajar la atención con ellos a fin de que a medio plazo sean capaces por sí solos de estar concentrados en una tarea como seguir un dictado o estudiar un tema.

Los objetivos principales de este taller son:
  • Focalizar y dirigir la atención selectiva.
  • Potenciar la concentración sostenida en el tiempo.
  • Resistir la distracción.
  • Retener esta información y saberla organizar y estructurar adecuadamente para acceder en esta.


Técnicas de estudio. Secundaria

En este taller ayudaremos a los alumnos las estrategias básicas de estudio para optimizar el proceso de aprendizaje, aplicarlas en diferentes situaciones y adaptarlas al propio estilo de aprendizaje.

Trabajaremos con el Método Activo de Estudio, una metodología concreta donde el alumno sigue diferentes fases antes de empezar a memorizar.


Los objetivos a trabajar son los siguientes:
1) Lectura comprensiva
2) Subrayado
3) Resumen
4) Esquematizar, mapas conceptuales y otras estrategias mnemotécnicas
5) Una correcta organización y gestión del tiempo
6) Autoevaluación final del proceso


Para solicitar más información, podéis hacer clic en el formulario de nuestra web, enviar un correo a info@creixementglobal.com o contactar a través del teléfono 647413240.







miércoles, 3 de junio de 2020

“El Síndrome de cabaña” Miedo a salir de casa después del confinamiento

El confinamiento sufrido estos meses a causa del COVID ha puesto de manifiesto un síndrome, del cual, hasta ahora habíamos oído muy poco. Es el Síndrome de la Cabaña y hace alusión al temor y pensamientos ansiosos en relación al hecho de salir de casa tras un período de aislamiento.

Originalmente llamado Cabin Fever (Fiebre de Cabaña) se remonta al SXX, cuando los colonos americanos debían pasar largas temporadas aislados en sus cabañas debido a los gélidos inviernos. Se observó entonces, que ese aislamiento provocaba síntomas como sentimientos depresivos, irritabilidad o sensación de estar enjaulado. Al acabar las inclemencias del tiempo, muchos de ellos preferían continuar aislados y experimentaban miedo a salir de nuevo.


Por qué ocurre esto ahora

La situación que estamos viviendo de pandemia global es peligrosa, alarmista, trágica. La sobreexposición que hemos tenido a las noticias y la incertidumbre de la situación han contribuido a calar en nosotros un pensamiento muy profundo “El peligro está fuera y sólo estaremos a salvo si permanecemos en casa”. Y esto ha sido así, ha sido real. Por eso el miedo que hemos experimentado también lo era. Y es más, era un miedo funcional y adaptativo, ya que nos estaba salvando la vida.

Ahora bien, con el inicio de la desescalada es cuando más casos estamos observando de este síndrome, ya que la vuelta a la “nueva normalidad” no lo todo el mundo la puede gestionar de la misma forma. Al igual que hemos podido ver gente eufórica tomando cañas en las terrazas con amigos, hay personas que les supone verdadero pánico salir a hacer una gestión al banco o acercarse a la frutería.

Conviene aclarar que no se trata un trastorno mental, por ello se denomina síndrome. Es decir, es un conjunto de síntomas que tienen que ver con una situación actual. Estos síntomas, si los afrontamos, serán transitorios. Ahora bien, si no los afrontamos y seguimos evitando sí podría derivar en trastornos como pueden ser la agorafobia, el trastorno por ansiedad o la depresión.

Aunque se pensaba que este síndrome afecta más a gente mayor y que vive sola, se están detectando casos en todas las edades, incluso adolescentes o niños. Es posible, que las personas de más alarmistas, controladoras o con tendencia a la ansiedad puedan tener más predisposición para desarrollarlo.

 

Cuáles son los principales síntomas

  • Pensamientos alarmistas sobre salir de casa.
  • Miedo, inseguridad e incluso paranoia.  
  • Irritabilidad, mal humor, tristeza.
  • Apatía, cansancio.
  • Falta de motivación para salir, aislamiento, excusas para no salir.
  • Insomnio o hipersomnia.

 

Pautas para superarlo

  • Plantearnos pequeños objetivos diarios.  
  • Ir haciendo un acercamiento progresivo a las salidas, cada persona necesita su tiempo.
  • Empezar a planificar planes futuros para cuando nos veamos preparados. Planear un viaje futuro (aunque no estemos seguros que vayamos a hacerlo) aumenta las endorfinas y nos mejorará el estado de ánimo.
  • Reconocer el miedo, validarlo. No intentar apartarlo.
  • Recuperar el contacto social poco a poco: podemos empezar con videollamadas, pequeños paseos con una buena distancia social, reuniones con grupos pequeños, etc.


Cuándo puede ser necesaria la ayuda psicológica

A veces, a pesar de poner todo de nuestra parte, podemos necesitar ayuda psicológica. Y es muy necesario y valiente saber acudir a un buen profesional cuando es necesario. Cuando puede ser necesario consultar con un psicólogo:

  • Si observamos que los pensamientos alarmistas son cada vez más frecuentes o intensos.
  • Si los síntomas ansiosos van en aumento: palpitaciones, tensión muscular, mareo, cefaleas, insomnio.
  • Si notamos nuestro estado de ánimo especialmente decaído: apatía, desmotivación, sentimiento de culpa…
  • Si los síntomas empiezan a complicarse y sospechamos que podemos estar desarrollando otros trastornos como agorafobia, crisis de pánico o ansiedad, depresión… en este caso la ayuda terapéutica o incluso farmacológica es urgente y de mayor importancia.

Y por último, sin olvidarnos de nuestra responsabilidad como adultos de hacer las cosas bien para evitar contagios, confiemos. Confiemos en nosotros mismos y en la vida. Todo irá bien.