Después
de llevar algo más de 10 años trabajando como psicóloga infantil, trato muchas veces con
padres que me llevan a su hijo a la consulta, pero muestran muchas dudas y
sospechas respecto qué es eso de la psicología.
Entiendo perfectamente estas inquietudes, dado que la psicología es
una ciencia poco conocida por la mayoría de la gente. Y
me gustaría insistir en ello, la psicología es una ciencia y como tal, los
profesionales que ejercemos esta tarea estamos preparados para tratar con la
mente de las personas, de la misma manera que un traumatólogo está preparado
para tratar con los huesos de los sus pacientes.
¿Cómo
saber cuál es el problema cuando el paciente es un niño?
Los
problemas psicológicos más frecuentes en la infancia son los trastornos de
conducta, ansiedad, depresión, TDAH (Trastorno por déficit de atención con
hiperactividad), separaciones de los padres no resueltas, retrasos en el
aprendizaje o el desarrollo, autismo, etc.
En
primer lugar, hay que realizar una evaluación completa para conocer cuál es el
diagnóstico y ante qué problema nos encontramos. Por
ello, lo primero es realizar una entrevista con los padres y, a continuación,
varias sesiones de evaluación con el niño (suelen oscilar entre 3 y 6
dependiendo del caso). En
estas sesiones de diagnóstico, solemos centrarnos en dos ejes
fundamentales:
1. La inteligencia y el
rendimiento académico
En
mi opinión, creo que evaluar la parte intelectual del niño es básico, ya que nos
aportará mucha información sobre cómo funciona su parte cognitiva, su mente, es
decir, de qué forma procesa el niño la información que recibe . Por
otra parte, los resultados de las pruebas de inteligencia y rendimiento también nos aportarán una información muy importante: ¿cuál es el
potencial intelectual del niño (su cociente intelectual) y si su rendimiento
académico está en la
altura o no de este potencial. Por
ejemplo, es muy sorprendente cuando nos llega un niño que está suspendiendo
entre 5-6 asignaturas por trimestre y, tras la realización de estas pruebas, nos
encontramos que presenta un cociente intelectual muy alto y, por tanto, está rindiendo muy por debajo de su capacidad. Lógicamente,
también nos encontramos casos a la inversa, cuando comprobamos gracias estas
pruebas que el niño no rinde en la escuela porque presenta un retraso en el
aprendizaje o un problema asociado al aprendizaje, como puede ser un TDAH
(trastorno de déficit de atención con
hiperactividad).
2. El estado de ánimo
actual y su personalidad
Por
otra parte, hay que evaluamos cómo se encuentra el niño emocionalmente: qué le angustia, qué le preocupa, por qué está siempre triste, porque está
continuamente enfadado, por qué pega a sus compañeros de clase y reta al
profesor .. . En
este terreno, las herramientas con las que contamos son muy amplias: desde los
tests y cuestionarios (que nos ofrecen unos resultados objetivos) al juego y el
dibujo (que comentaré con más profundidad a continuación), así como la
entrevista y el diálogo.
Una
vez finalizada la evaluación, de nuevo realizamos una entrevista con los padres
donde pondremos sobre la mesa cuál es el problema y cuál será el tratamiento a
seguir. No
siempre la vía es la terapia psicológica del niño, ya que muchas veces el niño
sólo está poniendo de manifiesto un problema de relación de los padres, de un
hermano o simplemente el niño está bien y los que están angustiados son los
padres. En
cualquier caso, en este momento asesoro a los padres sobre la mejor alternativa
para resolver el motivo de consulta.
¿En qué consiste la
psicoterapia infantil?
La psicoterapia infantil consistirá en resolver los conflictos que presenta el niño
básicamente a través del dibujo, el juego, el diálogo y lo que aún es más
importante, la relación interpersonal entre el psicólogo y el niño. Cuando
un niño viene a terapia necesita sentirse entendido, aceptado, no juzgado,
escuchado ... y
todo esto sólo lo podemos transmitir al niño si construimos un vínculo de
confianza y seguridad en la relación con él. Habrá
niños que les será relativamente fácil construir este vínculo y otros mostrarán más
dificultades, pero en cualquier caso, es trabajo del psicólogo mostrar siempre
al niño que lo aceptamos tal como es y que nos gusta compartir con él este rato
de terapia. Quisiera,
sin embargo, matizar que aceptar el niño no quiere decir aceptar siempre lo que
hace. Por
ello, una parte importante de la terapia consistirá en marcar unos límites y un
entorno de protección que reforzará la seguridad del niño.
Respecto
al juego y el dibujo, estas son dos herramientas de evaluación y de tratamiento
muy importantes en la terapia psicológica (sobre todo en niños pequeños, pero
también en adolescentes). Los
niños no siempre podrán expresar con la palabra qué les ocurre, mostrar su
conflicto, pero siempre podrán hacerlo a través del juego y el dibujo.
Estas
dos herramientas nos darán una información importantísima sobre cómo se ve el
niño, cómo se relaciona con los demás y cómo vive su dinámica
familiar.
Si
el niño no quiere hablar de la separación de sus padres, pero expresa su rabia
en un dibujo, aunque él crea que está evadiendo el tema, esto nos aportará mucha
información y, además, será terapéutico (curativo) para él. Sin
embargo, el juego y el dibujo no pueden ser interpretados fuera de la consulta
por los padres o por otras personas que no sean profesionales de la psicología,
ya que son herramientas diagnósticas que sólo tienen validez cuando son
interpretadas por expertos en la materia.
Asimismo
y en mi caso, yo siempre les explico a los padres que la psicoterapia infantil
es un equipo: los padres, el niño, el psicólogo y la escuela. Es
importante tener reuniones con los padres y con la escuela para marcar una línea
de trabajo conjunta. De
esta forma la terapia nos dará unos resultados más rápidos y satisfactorios.
A
veces es complicado, entiendo perfectamente que no es fácil aceptar por unos
padres que su hijo suspende todas las asignaturas porque siente que no le hacen
caso y que están más ocupados en su separación. De
todas formas, la tarea de un psicólogo nunca debe consistir en juzgar a estos
padres, sino en entenderlos y en ayudarles a buscar otras formas más sanas de
relación con su hijo.
En
cualquier caso, la psicoterapia consiste en muchas cosas más, un psicólogo infantil,
aparte de tener la carrera universitaria y formación específica en
psicopatología infantil, deberá conocer quién es Pocoyo, qué hacen los Gormiti,
quiénes son las Monster High, etc. Y
cuando el paciente es adolescente debemos conocer bien cómo funciona el
Facebook, Messenger, etc. ¿Y eso por qué,? Porque
este es el mundo que el niño o joven nos llevará a consulta. El
juego es algo muy serio para un niño y las relaciones sociales son básicas en la
adolescencia. El
psicólogo debe mostrar al niño o joven un total respeto por sus cosas, de la
misma manera que le mostraríamos a un adulto cuando nos habla de sus problemas
en el trabajo.
M ª
Carmen Gutiérrez Conde
Psicóloga col. n.
13432
Directora de Creixement Global
Tel. 938646042 / 647413240
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